La moda en Almodóvar I

En el cine de Almodóvar, aparte de disfrutar del guión, de la interpretación de los actores y de las actrices, de sus maravillosos decorados, marca de la casa, o de la manera de plasmar la realidad del momento hacía el lugar donde él nos quiera llevar, ya sea a la movida madrileña de los 80, a la Barcelona de finales de los 90 o los campos y pueblos de Castilla, cabe destacar considerablemente el vestuario de sus películas, que no dejan indiferentes absolutamente a nadie.

Pedro Almodóvar comienza oficialmente su carrera cinematográfica, con la película Pepi, Luci, Bom y otras chicas del montón, estrenada en 1980 y protagonizada por Julieta Serrano, Carmen Maura, Alaska y Kiti Mánver entre otras. Se utilizaron diseños del valenciano, Francis Montesinos, sin que este fuera consciente de ello, porque Carmen Maura eligió y compró a su gusto un vestido de Montesinos en una tienda muy famosa en aquel momento en Madrid.

En 1983, Montesinos ya colabora oficialmente con el cineasta manchego en la película Entre tinieblas, donde trabaja por primera vez con Marisa Paredes. Cabe destacar el vestido de pailletes rojo que saca en un momento dado Chus Lampreave, entre tanto hábito de monja.

Almodóvar presentó esta «provocadora, desconcertante y absorbente» película en el Festival de Venecia (hay que ser muy valiente para ello, porque el guión tiene tela marinera). Esta primera aventura internacional la recordó el cineasta en junio del año pasado al recibir el León de Oro Honorífico a toda su carrera en el Festival de la ciudad de los canales.

En Matador (1986), aparte de destacar el vestuario nuevamente de Francis Montesinos, queremos ensalzar el maravilloso maquillaje de Juan Pedro Hernández, para nosotros, un auténtico maestro en teatro, cine y televisión.

Aquí especificamente vamos a mencionar el estilismo de Eva Cobo, donde Juan Pedro hace un maquillaje de una novia ensangrentada con un diseño de Montesinos. Una anécdota curiosa es que el director aparece en la película «interpretando» al diseñador, el cual no quiso participar porque no se veía capacitado para hacer ese cameo.

La ley del deseo, estrenada al año siguiente, supone la última colaboración Montesinos-Almodóvar, pero cabe destacar la camisa de Antonio Alvarado que luce Antonio Banderas en una escena muy importante dentro de la trama en el Cabo de Trafalgar.

Esta película es el origen de la posterior La mala educación y el espectador verá a una niña que no es otra que Manuela Velasco.

Dentro de la película se representa una obra de teatro muy concreta, La voz humana de Jean Cocteau de la que el propio Almodóvar acaba de presentar con Tilda Swinton de protagonista, en Venecia, un cortometraje, que supone su esperada primera incursión internacional, ya que rueda por primera vez en inglés.

Ya consagrado internacionalmente por la película Mujeres al borde de un ataque de nervios (1988), tres años después, en Tacones Lejanos, Almodóvar empieza a colaborar con grandes firmas internacionales como en este caso, Chanel para el vestuario de Victoria Abril y Armani para el de Marisa Paredes.

A pesar de la presencia de estas grandes firmas, otras dos igual de importantes aparecen en este film. Marisa Paredes luce un vestido verde de Sybilla, cuando canta Piensa en mí de Luz Casal y Victoria Abril, durante su estancia en la cárcel, lleva un jersey de rombos de Versace del armario personal del director.

Jean-Paul Gaultier participó en la película Kika (1993) por partida doble. Por una parte se encargó del vestuario de Rossy de Palma (una de sus musas indispensables en los trabajos del francés) y de la vestimenta más llamativa de la película. Nos referimos al primer diseño de alta costura que aparece en una película del cineasta y que se hizo en exclusiva para Victoria Abril para su personaje Andrea Cara Cortada.

Armani también colabora en Kika, vistiendo a Verónica Forqué, la cual ganaría su cuarto Goya por esta película.

Gaultier ha tenido una trayectoria en el séptimo arte que no ha dejado indiferente a los espectadores y aunque la fama mundial le llegó con la película El quinto elemento (Luc Besson, 1997), podemos decir con orgullo, que Almodóvar se le adelantó y supo ver el talento de este diseñador tan emblemático.

Marisa Paredes asume por primera vez el papel de protagonista absoluta en su larga trayectoria junto a Almodóvar en La flor de mi secreto, donde interpreta a una escritora, Amanda Gris, en un momento vital y profesional muy bajo.

El encargado de resaltar el estado anímico del personaje fue Max Mara.

Mientras que Ermenegildo Zegna fue el encargado del vestuario de Juan Echanove.

Como curiosidad en esta película se menciona el argumento de una novela que corresponde con la trama que desarrollará once años después en Volver. Una prueba más de lo conectado que está el universo creativo de uno de nuestros directores más internacionales.

En 1997 Almodóvar adapta la novela de Ruth Rendell Carne trémula, que supone la primera aparición de Penélope Cruz en una película del director manchego. Javier y Pilar Bardem también intervienen junto a Angela Molina, Francesca Neri, Pepe Sancho y un jovencísimo Liberto Rabal en una sustitución exprés al abandonar el proyecto Jorge Sanz.

Amaya Arzuaga fue la encargada de diseñar el vestuario.

Este es el primer artículo del díptico que vamos a dedicar a la colaboración de grandes diseñadores en las películas de Pedro Almodóvar. Sin olvidarnos de José María de Cossío, Sonia Grande, Bina Daileger o Paola Torres que son los encargados del vestuario en las distintas etapas de su cine.